Nos das la gracia, para también sonreír con ti
Nos das la paz, para también llegar junto a ti
da nos tu clemencia para no contristarte
Somos impuros y débiles y necesitamos de ti.
Niño chiquitin, qué alegría tenerte a ti
Cuando te miramos vemos tu semblante
Con tanta pureza y tan transparente...
Qué nos ilumina, y nos embellece tiernamente
Pareciendo más buenos en los sentimientos.
¡Parece que vemos, tu reflejo en los hermanos!
Jesusito, no dejes de sonreír, qué seremos más buenos.
qué sin ti todo es más negro y tenemos miedo
Miedo de las tinieblas, que abruman al mundo.
Sigue sonriendo, para qué el maligno no levante el vuelo.
Autora: Mercedes Ramos
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